Todos hemos escuchado o visto noticias terribles en donde personas adultas, niños, o familias enteras mueren debido al comportamiento de un conductor que manejaba en estado de ebriedad. Lamentablemente, se calcula que alrededor de 28 personas mueren al día por esta causa en los Estados Unidos. Lo más triste de esta situación es que todos y cada uno de estos accidentes se pudieron haber evitado.
Si algún día te vieras involucrado en una situación tan terrible, es crucial que llames inmediatamente al servicio de emergencias. Ellos podrán enviar a una unidad de la policía lo más pronto posible para recolectar la evidencia de la situación; también podrán enviarte ambulancias con personal médico que te brindará servicios de manera urgente, asegurándose de que tanto tú como otras personas que pudieran haber resultado lesionadas, obtengan atención médica lo más pronto posible. Tu seguridad y la de los otros debe ser tu principal prioridad.
Si te es posible moverte, y tu carro aun funciona, procura moverlo hacia un lugar en donde te encuentres más seguro y no puedas provocar otro accidente. En caso de que el auto no se pueda echar a andar, entonces muévete hacia un lugar más seguro. Si algún otro vehículo chocara con tu auto, no querrás estar ahí para sufrir mayores daños.
En caso de que el conductor responsable por el accidente huyera o quisiera huir de la escena, toma fotos de su vehículo, sus placas, y de todo lo que te sea posible.
Incluso, si tienes oportunidad de tomarle un video que pueda poner en evidencia su estado de ebriedad, ya sea por su comportamiento, su forma de hablar, o algunas otras señales, no dudes en hacerlo. Además de tomar fotos de bebidas alcohólicas que pudieras encontrar.
Una vez que has obtenido la atención médica necesaria y te encuentras en un lugar seguro, comunica a la policía toda la información que tengas acerca de cómo ocurrió el accidente y tu versión de los hechos. Contrata a un abogado especializado que te pueda representar.